jueves, 28 de mayo de 2020

LOS FANTASMAS DE LA SIMA

LA GRAN MENTIRA
Dicen que esta imagen es del interior de la Sima y es ¡MENTIRA!

Desde antes del 18 de Julio de 1.936, siempre se ha oído un run-run sobre lo acontecido en la SIMA DE JINÁMAR. Llegada la democracia a España y se empezó a oír mucho más claro y sin esconderse para decirlo, la utilización según izquierda, de la SIMA DE JINÁMAR, por parte de la ultra derecha golpista. En 38 años de pseudo-democracia en España, comprobamos que quitando 12 años de gobierno del PP, el resto, 26 años, España ha sido gobernada por la izquierda y la ultra-izquierda (dentro de la coctelera del PSOE).

Y, es para preguntarse si durante esos 26 años, no han tenido tiempo de efectuar una exploración de la ya archi-nombrada SIMA DE JINÁMAR y aclarar si es verdad el run-run de la Leyenda Urbana o es todo una mentira de la izquierda, para mantener la crispación de la sociedad. La izquierda siempre ha vivido de su pasado, para devolvernos a todos a tiempos trogloditas.

En ésta isla tenemos a un personaje, que siempre ha estado apoyando la Leyenda Urbana de la Sima de Jinamar, durante los años que estuvo de Delegada del Gobierno en éstas isla, siguió su carrera como Presidenta del Parlamento Canario y ahora es ministra. Pero, que casualidad que cuando ha tenido el poder, NUNCA y repito NUNCA, se ha molestado en ordenar la exploración por un equipo de espeleólogos de la puñetera Sima de Jinamar. ¿Casualidad? o ganas de incordiar y seguir alentando a unas personas en algo que es UNA GRAN MENTIRA SOCIAL. ¿Si o no, Carolina Darias?.

Para situarles a algunos de ustedes, les aclaro que la citada SIMA DE JINÁMAR, está en el término municipal de Telde (Gran Canaria). Una población que acaparan actualmente unos chatarras sin cultura que solo buscan vivir de la subvención y salir en la foto de los medios con la clásica banderilla del terrorista del MPAIAC (ya fallecido gracias a Dios,  muerto el perro se acabó la rabia) y otros ondeando la bandera de la URSS, a sabiendas de que la URSS ha sido el sistema que más asesinatos políticos ha cometido en todo el mundo, pero ellos, erre que erre y a esperar la foto junto con la subvención. 58 millones de asesinatos políticos efectuados  por la URSS (Partido Comunista) es la guinda de su pastel.

También tenemos en Telde, unos medios de comunicación veletas al arrastre de noticias con las que llenar su página digital o falsa emisora e intentar vender lo invendible con sus copy paste (aunque ponga de donde saca las noticias, lo primero que hay que hacer es comprobar la veracidad de las mismas y no tirarse a la piscina, a sabiendas de que la piscina hace años que no tiene agua). Vivir del sindicalismo no da credibilidad. La sociedad teldense hace tiempo que decidió que leer y donde leerlo. Bien, eso es otra cosa que ya trataré en otro momento. Ahora voy a lo que voy, que no es otra cosa que la Leyenda Urbana de la Sima de Jinámar.

A la boca de la Sima de Jinámar, no llega ninguna carretera, llega un camino y hay que ser muy cortito de sesera, para tirarse las noches subiendo y bajando en la oscuridad, por un camino de picón y dar un tiro a una persona. Es más sencillo, digo yo, hacerlo en un llano o la utilización de los acantilados de la Mar Fea. Que es una explicación más sencilla del motivo por el cual aparecían cadáveres flotando en dicha Mar Fea. Información comprobada por manifestaciones de personas, ya fallecidas, que participaron en los hechos y no ganaban ni perdían nada al decir la verdad.

Fotos de huesos hay un montón, pero nadie ha creado un vídeo sin cortes de una bajada al fondo de la Sima de Jinámar y que se vean los huesos de esos "presuntos miles de asesinados" tirados en la misma. ¿Motivos?, muy sencillos, es una burda MENTIRA. Los únicos huesos son de aves, una cabra y un baifo. Es lo que yo vi en los años sesenta. La pega es que no existían móviles para haber obtenido imágenes. Hay no haría falta ni bajar, con un simple DRON con cámara, bastaría.

Hay cosas que yo mismo tengo que reconocer, no las viví, pero las escuche de primerísima mano y es que desaparecidos hubo en los dos bandos. Eso de que se les sacaba de paseillo por las noches, y los dejaban en las cunetas con un tiro en la cabeza, es una cosa incuestionable, PERO DE LOS DOS BANDOS, que quede claro que DE LOS DOS BANDOS.

La Leyenda Urbana sobre la Sima de Jinámar, dice que en ella tiraron a gente de izquierdas, después de darles "matarile" (argot de la época). Y en el colmo de los colmos, la Leyenda Urbana dice que los cuerpos de esas víctimas aparecían por la Mar Fea. Cosa harto imposible, debido a que no existe conexión entre los dos puntos y la Sima tiene un fondo sellado de lava o “mal país”. No existe ningún "tubo volcánico" que una estos dos puntos. Además la salida de un tubo volcánico que existe en la Mar Fea, está sellado por lava, y si es lava la que lo tiene tapado, como que esa parte de la Leyenda Urbana, es mentira. En ésta isla de GRAN CANARIA hace muchos siglos que no ha corrido lava.

Éstos personajes que destilan odio, rabia, venganza, revanchismo….. reniegan del catolicismo, pero a la hora de la verdad, siempre acuden a él, la muestra, la cruz en el monolito que han puesto en la boca del tubo volcánico de la Sima de Jinámar

Luego, veo de donde se sacan esas noticias y me encuentro con uno, que dice ser periodista en, Madrid, que tiene el descaro de escribir:

 "La Sima de Jinámar, símbolo de la represión franquista en la isla de Gran Canaria, sigue estando en manos privadas. Se ha solicitado al Cabildo la "expropiación inmediata" de estos terrenos para iniciar una investigación que permita exhumar los restos de los cientos de represaliados que se calcula que fueron arrojados a este agujero volcánico de 80 metros de profundidad. Un espacio donde cientos, quizás miles de demócratas fueron violentamente asesinados, desaparecidos".

Lo mejor es su periodística manifestación de “MILES DE ASESINADOS”. Un periodista con un mínimo de responsabilidad, antes de plasmar ésta información, debe comprobarla y a la vista de que no ha comprobado nada de ello, y se ha dejado llevar por el seguimiento de un tag dentro de la red, para ganar visitas que pueda vender a sus posibles anunciantes, ya puestos podría hacer de periodista de guerra en Afganistán, total él habla de oídas. A éste "periodista" hay que decirle claramente:USTED MIENTE,  USTED ES UN MENTIROSO CON ÉSTA NOTICIA, USTED NO HA COMPROBADO LO QUE PONE NEGRO SOBRE BLANCO, USTED NI HA IDO NI CONOCE EL LUGAR EN CUESTIÓN.

Aún hay más, también encontramos a un tal FRANCISCO GONZÁLEZ TEJERA,  que no sabe de qué habla, solo hace referencia a una LEYENDA URBANA, pero ni ha ido al fondo de la fosa ni nada parecido, eso sí, sus manifestaciones claman al cielo:

“Un agujero inmundo repleto de asesinados/as, cientos de personas que defendían la democracia fueron arrojadas a la Sima de Jinámar en Gran Canaria, un tubo volcánico profundo que en la actualidad clama justicia y reparación para tantas víctimas del franquismo”. Todo de oídas, ninguna prueba.

Todos hablan en sus comentarios de los estudios efectuados por uno de tantos apellidos que se las dan de "algo" en esta isla, los Cantero. Van por la vida de espeleólogos, historiadores, escritores, poetas, pintores y yo que sé que más. Un prodigio de familia, para tanto inculto desarrapado que les escucha. Si el tal Cantero tuviera la más mínima prueba de restos humanos dentro del tubo volcánico, no quiero ni pensar la que tendría montada y por supuesto, que encontraría hasta alguna relación familiar con él.

Dice el tal Cantero, que existe una foto en el fondo de la Sima de Jinámar, los restos son de una mujer y la persona es el periodista José Luis Morales, pues ni una cosa ni otra. Yo la he visto y ni es el fondo de la Sima de Jinámar, ni es José Luis Morales (lo conozco personalmente) y los restos, eso sí que no se lo que son, probablemente restos de algún animal y si quieren saber algo sobre los mismos, años han tenido para averiguarlo. No puedo admitir, que un periodista de la categoría de José Luis Morales, encuentre restos humanos y no presente de inmediato una denuncia en los Juzgados o de aviso a la policía.

La Asociación Canaria de Víctimas del Franquismo, (otra asociación más en busca de subvenciones) utilizan y muestran imágenes, de una excavación efectuada en Aragón. Vamos, aquí al lado a la vuelta de la esquina, pero como hay que infundir rabia a los lectores, se utiliza lo que sea, aunque sea mentira.

domingo, 24 de mayo de 2020

NIVELANDO LA SIMA

LA VERDAD, A VECES DUELE, PERO ES LA VERDAD
Así se presenta la mentira y se crea la leyenda urbana

La época de la violencia en caliente, se entiende la que se sucedió en las primeras semanas de la guerra allí donde los sublevados habían sido derrotados. Poco después del 18 de julio de 1936, cuando se produjo el Alzamiento, los partidarios de la Segunda República se ofuscaron en acabar con el «enemigo interior», con todo aquel sospechoso de ser partidario de la sublevación y que pudiera unirse al ejército enemigo si este llegaba hasta la zona. 

Se detuvo a miles de derechistas que fueron a parar a las cárceles y muchos posteriormente fusilados o directamente ejecutados con un tiro en la nuca, recuerden Paracuellos del Jarama. En ese proceso, y sin que respondiera a una planificación previa, hubo algunos muertos cuando se produjeron choques. Hay que entender que muchos se resistieron a ser detenidos y que a algunos milicianos se les iba la mano.Lo malo fue que esas noticias llegaban a Gran Canaria, sacando lo peor de las conciencias humanas, que llegaban a la venganza directa.

Volvemos a las venganzas y los odios, las revanchas directas. Los “rojos” detuvieron a un ex-parlamentario de la República recién instituida, lo “juzgaron” y lo fusilaron en Alicante. Lo que provocó que sus seguidores políticos, pues el “fusilado” era el Fundador de Falange, José Antonio Primo de Rivera. En aquellas épocas no existían las redes sociales, pero el telégrafo funcionaba a las mil maravillas y la noticia llegó hasta el último rincón de España. 

Habían pasado cuatro meses y siete días del asesinato del líder de la oposición, Calvo Sotelo, por elementos de las policías politizadas. Los ofendidos solo tenían que esperar a tener la sartén por el mango en territorios donde pudieran ejercer sus actos. La venganza estaba servida.

La violencia caliente representa el 38,85% de los muertos en la “fase caliente” de la revolución, pues revolución fue en un bando y hartazgo en el otro. En todo caso, también déjo claro que la mayor parte no tuvieron que soportar torturas, como afirman algunos expertos. También rechazo que se califique a la represión general en ambos bandos, como genocidio u holocausto. Existía una Gestapo civil, como en el III Reich, que a cambio de alguna necesidad, vendía a sus vecinos y cuando se cambió el sentido, las venganzas fueron inmediatas. Siempre han existido vecinos chivatos. Es el síndrome del ADN nacional.

Creo que no funcionó la lógica del combate político previo tanto como en el estereotipo. Todos los tópicos denigratorios se cernieron sobre esa figura, del enemigo. Las muertes fueron fomentadas, en parte, por la administración. Decían que había que tener ojo con los vecinos porque podían servir como fortalezas para refugiar fascistas. Había verdadera obsesión con las ventanas entreabiertas.

Los dos bandos decidieron, en principio, la idea de meterles en la cárcel, aunque no pocos alcaldes se apiadaron y les ofrecieron salvoconductos para viajar hasta zonas seguras. Aquí en Gran Canaria los meses anteriores al 18 de Julio, fueron muy decisivos. Los detenidos por ideologías de derechas, falangistas todos ellos, se sacaban de las casas por la noche, se les daba el “paseo” y fueron por lo general tirados a hornos de cal, después de desnudarlos. Según me comentaron se hacía así, para evitar identificaciones posteriores.

Me cuestiono máximas, como la idea de que la democracia había cuajado en España. La democracia no se adquiere en 24 horas, supone un aprendizaje muy amplio. La aceptación del adversario es un elemento clave para saber si uno es democrático o no, lo mismo que la alternancia en el poder. En la España de los años treinta eso no estaba claro. Algunas minorías que venían de la España de la Restauración, la España oligárquica, se adaptaron a ello. Pero aquella sociedad todavía no estaba dentro del juego democrático porque procedía de un mundo caciquil. Eso no significa, sin embargo, que no tuvieran a su disposición el armazón institucional para ello.

El sistema destilaba odio en ambas bandos. La sublevación fue la que provocó las revueltas violentas en el seno de la Segunda República. Los estudiosos de la violencia política tienen claro que hubo una multicausalidad, pero hay que establecer una jerarquía en base a criterios racionales. La conclusión a la que llego es que hay unos factores mucho más importantes que otros. Para empezar, el golpe fue decisivo porque supuso un desafío a la legalidad y rompió el monopolio que tenía el estado sobre la violencia. Así, un golpe que se creía preventivo para contener una supuesta revolución comunista en ciernes (que se ha demostrado falsa), provocó la revolución por el desafío de poder que generó.

Unos grupos de milicianos custodiaban a los “detenidos-denunciados”, sentenciados de antemano por las envidias, los rencores y el odio, en la “CHEKA DE LAS ALCARAVANERAS”, durante los años 34, 35 y parte del 36. Los que entraban allí maniatados, ya estaban condenados a salir de noche hacia algún horno de cal.

Otro tanto sucede con la idea de las dos Españas. Insisto en que no existían. Había muchas más: la España revolucionaria, la España contrarrevolucionaria, la España de los moderados (liberales, socialistas y católicos, todos ellos en su versión moderada) y la España que no estaba ideologizada, pero se vio arrastrada por el resto. Esta última era la más extensa. La realidad es que la incultura de la mayor parte de la población, analfabeta en un 80%, a pesar del alto nivel de politización de la sociedad de los años 30, es que los protagonistas de estos combates fueron minorías que arrastraron a la mayor parte del país. 

Una población, que ya venía quemada de una guerra en el protectorado de Marruecos, donde el que tenía dinero se salvaba de ir y los que no, iban directos a un matadero con la complacencia de los políticos del momento, que eran los mismos que animaban los años 30. De hecho, la violencia fue generada por una minoría que muy ruidosa. Siempre eran militantes jóvenes y muy ideologizados.

La falsa imagen de los represaliados en la zona republicana. Personas que se ajustan a un arquetipo concreto. Al analizar las víctimas de la violencia te das cuenta de que todos los que habían tenido un protagonismo público previo, tanto político como administrativo (un juez, un secretario de ayuntamiento...) estaban en la cabeza de las listas. Ser un personaje público en la España de los años treinta, aunque fuera a escala local, suponía un riesgo impresionante. 

La fijación de objetivos humanos respondía a criterios ideológicos y políticos. No es tanto la lucha de clases lo que determinaba estas matanzas, como la adscripción política. Las víctimas eran élites políticas que habían tenido protagonismo público en el período anterior. Hubo cierta lucha de clases, pero no se mataba a los ricos por ser ricos. Se mataba a los que habían tenido relevancia. Y al cambiar el sistema, llegaron las venganzas. ¿O esperaban que no se vengaran tantas sentencias sin juicio?.

Los familiares de los ejecutados, evitaban ir a reclamar o denunciar esas acciones, debido a que, se jugaban ser detenidos por los que recibían esas denuncias. La generalidad de derechas política, guardó silencio. Fue imposible denunciar los lugares donde tiraban los cuerpos de los asesinados, podían terminar ellos mismos en el fondo de un horno de cal. Se escondieron y esperaron a tener la sartén por el mango, para empezar con ese reguero de sangre. Me dijeron, en ambas partes, que la sangre se lava con sangre.

lunes, 18 de mayo de 2020

LA SIMA DE JINAMAR

LEYENDA URBANA

Cuando la rabia, el rencor y el odio, salen por la boca, se demuestra la falta de empatía personal de quien lanza esas soflamas. Palabras sin sentido en busca de la difamación directa o indirecta, con las tesis ideológicas nazis, creadas por Joseph Goebbels.

España vive aún una época de azules y rojos en la que los grises no tienen cabida. Buscar la anhelada objetividad en un período tan reciente (y estudiado) como la preguerra, la Guerra Civil y la posguerra, parece una tarea imposible. En primer lugar, porque estamos obsesionados con colgar carteles simplistas que definan (en una palabra) a los profesionales de la investigación.

No tomo partido ni de un bando ni de otro, solo quiero entender qué les pasó a todos durante el enfrentamiento. No me gusta hablar de muertos de uno y otro bando; para mi todos ellos fueron víctimas del momento histórico que atravesó el país entre 1936 y 1939.

No pretendo señalar y no busco cargar tintas contra unos y otros (los «hunos y hotros» de Unamuno). Es, sencillamente, una investigación que detalla la represión republicana y falangista que se desató en Gran Canaria desde el momento en el que los sublevados se alzaron contra la Segunda República en julio de 1936, con aquel password olvidado por muchos, que decía «El pasado día 15, a las 4 de la mañana, Elena dió a luz un hermoso niño».

Unos análisis concienzudos, todo sea dicho, pues me ha llevado más de 30 años de trabajo en los que he hecho más de 60 entrevistas a otras tantas manos ejecutoras. Podría parecer localista, pero pensar así es un error, se pueden extrapolar a toda la España rural. A toda esa y muy reconocida como la España profunda, la España negra o la España de los marujas. El guión de Sálvame, no es nuevo, es un descendiente directo del ADN español.

La violencia que se desató contra los primeros enemigos del gobierno (una buena parte, falangistas) hasta la labor, enterrada en las páginas de la historia, de los militantes más moderados que quisieron detener aquella locura. Hay que destruir mitos como, por ejemplo, aquel que afirma que el golpe militar fue una respuesta a una presunta movilización comunista. Eso es una «soberana estupidez» multitud de veces refutada. Hay que acabar con el mito de las dos España. Hubo muchas más. La mayoría estaba formada por una mayoría que se vio arrastrada a la violencia. 
Los republicanos y los falangistas más exaltados no eran “incontrolados y delincuentes comunes”. Era gente corriente. Vecinos que mataban a otros vecinos. Algo similar sucede con Gran Canaria. Al palpar un universo pequeño que no se ciñe a las grandes provincias te percatas de que encuentras respuestas que no hallas al estudiar las grandes ciudades. Telde es un escenario privilegiado al encontrarse cerca de la capital y supone un ejemplo claro de cómo fue la vida en los pueblos rurales afines a la Segunda República.

Pero no todo lo encontrado ha sido bueno. Me he topado con cosas tremendas que no sabría si contar. Prefiero explicarlas, para quien quiera entenderlas, porque parto de la base de que la sociedad grancanaria actual lleva cuarenta 42 años de democracia y se merece que intentemos mostrarle una realidad lo más cercana al pasado y lo menos ideologizada posible.

Mi interés sobre este tema en concreto, comenzó allá por los años 60, cuando con un Grupo Scout, descendimos los 70 y pocos metros de un tubo volcánico, situado en la zona de Jinamar. Las historias que se contaban eran estremecedoras y la sorpresa fue una confirmación de lo que creíamos que íbamos a encontrar y lo que en realidad encontramos.

Un tubo volcánico de 70 y pocos metros de profundidad, cuya forma hace imposible que un cuerpo humano fuera lanzado desde el exterior al pozo y que llegara al fondo. La existencia de una repisa de lava, lo hace imposible. 

Retome el tema cuando, allá por los 90, tuve la oportunidad de hablar con personajes que movieron los hilos de la represión “roja y azul”, en esta isla. Lo más extraño es que los encontré en reuniones diarias de amigos, pues lo fueron y lo son en esos momentos, en la terraza de un club privado de esta isla. Reuniones diarias entre las 10 de la mañana y las 15 horas, mientras se pisqueaban unos tacos de cherne rebozado, unos calamares a la romana, un buen Rioja y unas tropicales, acompañados de un cubilete de cuero y cinco dados.